Hoy queremos saludar y presentaros el nacimiento del blog: Migajas de Historia Local, creado por Carlos Chaparro Contreras.

   Con fecha 13 de abril ha visto su primera entrada un espacio que, como el propio autor subtitula, se trata de “un espacio para la microhistoria e historia local de Villanueva de los Infantes, Valdepeñas y La Mancha“. La creación de la web por este Licenciado en Historia y Documentalista en RTVCM sigue su amplia trayectoria tanto en la forma, en el fondo y como en el contexto.

   El marco geográfico al que circunscribe sus textos hace alusión al Carlos más personal, pues son sus pueblos, y, por ende, La Mancha. ¡Qué mejor que el vino para hermanar en su artículo “Valdepeñas y Villanueva de los Infantes: la vid y el vino en 1884”, publicado en los Cuadernos de Estudios Manchegos, 31! Por tanto, nos encontramos con que, partiendo de lo concreto, de lo local, el autor acerca y aleja el zoom sobre un marco amplio en el que el concepto “Campo de Montiel” será sólo una variable más dentro de los juegos políticos y económicos del periodo en el que Chaparro Contreras se mueve, las edades Moderna y Contemporánea.

   El formato web continua la línea mayoritaria de publicaciones del autor, volcado hasta ahora en dar retazos de una Historia Local en la prensa local y provincial, pero, ahora bien, la Red consigue darle una frescura de textos, comunicaciones e imágenes que el papel y sus ritmos no permiten. El mismo conocimiento profundo del Pasado mejorado las herramientas del Presente.

   Otra faceta a destacar de este salto tecnológico de Carlos Chaparro es que, de lo visto hasta ahora, este blog tiene mucho de historia didáctica para consumo local, con títulos con preguntas llamativas, textos cortos, grandes imágenes y nada de bibliografía al uso. En algunos casos se trata más de historietas destinadas a un lector medio, o más bien curioso, que disfruta con conocer gota a gota cada rincón de su pueblo antes que sentarse y leerse 30 páginas de Historia, digamos, densa. Todo lo contrario, Carlos intercala impresiones y propuestas a futuro personales e intercambia, según la entrada del día, el anecdotario del Arte y de la Historia Moderna y Contemporánea con rápidos monográficos de un punto, hecho o personaje que nos llevan a pasos de gigante por el tiempo y por nuestra geografía. La complicidad con el lector es total cuando nos lleva a ayer mismo, al ayer de nuestros padres y abuelos.

   Quizás sin saberlo, quizás consciente de ello, Carlos Chaparro está a la altura de uno de los paisanos y maestros de la Historia de España, D. Antonio García y Bellido, quien, en sus “Veinticinco estampas de la España Antigua”, puso de manifiesto que Divulgación e Historia de calidad son compatibles y necesarias.

   Por esta razón, los que nos dedicamos a la exposición de la Historia de forma académica, con sus reglas y aburridas citas kilométricas, también disfrutamos con la lectura del blog. Nos descubre de forma suculenta entresijos y datos que, como no podía ser de otra forma, sabemos que vienen de horas de lectura e investigación por parte del autor. Hilos que nos llevan a la madeja y madejas que nos hablan de la oveja y hasta del pastor.

   No obstante, a mi juicio, he ahí también el punto flaco de esta forma de ver la Microhistoria: si esta línea de hacer Historia Local no acaba formalizándose con los cánones que impone la disciplina, antes o después y por el medio que sea, la valiosísima información que aportan algunas entradas difícilmente podrán ser utilizadas en ningún trabajo académico. Esto es, si la Historia va de escribir y rescribir lo acaecido con fundados argumentos, en este caso, la Historia Local que se presenta no puede fundamentar lo que se reescriba en un futuro… Como en tantas cosas en la vida, sabemos que es cuestión de tiempo -ese Bien que todos ansiamos- que Chaparro Contreras vaya redondeando su aportación con más artículos y libros. Hasta entonces, a disfrutar de las Migajas de Historia Local.

Pedro R. Moya Maleno