El pasado viernes se cumplía el centenario del nacimiento de Antonio Rodríguez Huéscar en Fuenllana, tal día como un 13 de abril de 1912.
Antonio Rodríguez Huéscar (1913-1990), quien se inició en medicina, en arquitectura y hasta en en pintura, pasó a la Historia por ser uno de los más brillantes filósofos hispanos del siglo XX. Fue discípulo de Ortega y Gasset incluso cuando éste era políticamente incorrecto, académicamente, poco rentable, y socialmente, expuesto.
Igualmente, pasó de ser un soldado de la República, a un modesto profesor de instituto hasta que, tras volver Ortega en 1945, Rodríguez Huéscar se trasladó a Madrid para enseñar filosofía en el Colegio Estudio.
Muerto su maestro en 1956 se marchó a la Universidad de Puerto Rico, país del que ya no volverá hasta 1972. Tras una vida coherente, sin concesiones, responsable, murió en 1990 dejando tres hijas, una obra filosófica, no muy extensa basada en ¿qué es la verdad?, la discriminación de la originalidad y en la vida filosófica ( “Filosofía y vía individual”, 1964). También dejó una inquietante novela, Vida con una diosa, mezcla de realismo mágico y misterio.
La obra de Rodríguez Huéscar es, por desgracia, poco conocida y su figura, también en el Campo de Montiel, no pasa de ser un apellido familiar. Es por ello que esperamos que este y otros homenajes que se le brinden sirvan para recuperar y tener muy presente a personajes del calado de A. Rodríguez Huescar.
Fuente: www.elimparcial.es/rodriguez-huescar-la-vida-en-el-horizonte-de-la-verdad-102527.html