Hoy os dejamos para la reflexión aquí la referencia y enlace de un artículo de Manuel Ortiz Heras, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, acerca del nacimiento y evolución del Instituto de Estudios Albacetenses.

Este trabajo creemos sirve para pensar el papel y viabilidad de los institutos de estudios provinciales, comarcales, locales, asociaciones, etc. en sus más diversas facetas: desde la falta de recursos, a la necesidad de crear conocimiento, el despotismo, los elitismos, las envidias, las críticas desde la barrera, los cordones sanitarios, el frentismo, la esclerotización temática, etc. Y lo interesante de este artículo es que tiene ya unos años y no leo nada nuevo que no pueda identificar hoy en pleno siglo XXI en lo que nos rodea y construimos/destruimos a duras penas. Y es que el tema de los grupúsculos de estudios, ya se llamen centros, institutos o universidades de mayor o menor pelaje -se llamen como se llamen- es una patata caliente a la que poca gente le ha metido mano. Manuel Ortiz sí lo hizo con el IEA, pero queda mucha tela que cortar, sin ir más lejos en la provincia de Ciudad Real y en el Campo de Montiel. Invita a pensar de dónde venimos, en qué mundo vivimos y quiénes son los que nos rodean:

Ortiz Heras, M. (2002): “El Instituto de Estudios Albacetenses. ¿Ilusión romántica o erudición local?”, en C. Forcadell, C. Corredor, I. Peiró y P.V. Rújula (coords.): Usos públicos de la Historia: Comunicaciones al VI Congreso de la Asociación de Historia Contemporánea (Zaragoza, 2002). Vol. 1. Asociación de Historia Contemporánea. Zaragoza. pp. 503-518.

El artículo hay que buscarlo en el *pdf del libro, puesto que no se encuentra por separado. Páginas 503-518:

http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/25/03/ebook2447.pdf


Pedro R. Moya Maleno