Los miembros del CECM Daniel García-Martínez (CENIHE) y Pedro R. Moya-Maleno (UCM), junto con la investigadora vasca Aitziber Suárez (UPV), lideran el estudio de la cueva de Los Toriles de Carrizosa, un lugar conocido popularmente pero cuyo potencial como yacimiento paleontológico y arqueológico no había sido considerado hasta la fecha.
Dicho proyecto, que busca por primera vez en la comarca testimonios de fauna y hominización en la comarca del Campo de Montiel, ya está dando sus primeros resultados. Recientemente se ha dado a conocer en la revista
‘Joumal of lberian Ceology’ dos molares de tejón arcaico datado entre hace un millón y trescientos mil años, un periodo coetáneo a los primeros fósiles de Atapuerca.
La referencia al conocido yacimiento de la sierra burgalesa -aunque exagerada a día de hoy- no es en vano, porque entre los testimonios localizados ya hay indicios de presencia homínida en el espacio de la cueva.
Por todo ello se trata de una cueva prehistórica con potencialmente excelentes expectativas y, desde luego, una rareza en la meseta sur que pone a Carrizosa en el mapa del puzle de la evolución humana, de la que apenas se conoce algo en la submeseta Sur. Fruto de este interés es el eco que ha tenido la noticia en la prensa (Lanza, 24-VII-2020).